Los medicamentos son salud. Curan, controlan la enfermedad o alargan la vida y mejoran su calidad. Detrás de ello está un gran sector industrial, comprometido con la salud de las personas, la innovación y el sistema sanitario.
A este compromiso, se le une su preocupación por el cuidado de la salud de la naturaleza, ya que la salud y el medio que nos rodea están íntimamente relacionados.
Por este motivo, la actividad de SIGRE tiene también un objetivo socio-sanitario: favorecer la no acumulación de medicamentos en los hogares y sensibilizar al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos.
Desde el descubrimiento de la penicilina en 1928 hasta la introducción del último de los grandes grupos de antibióticos en los sesenta, la capacidad de la humanidad para combatir las bacterias patógenas fue un motor de desarrollo.
Pero con el paso del tiempo, y debido a un uso inadecuado de los mismos, el efecto de estos medicamentos sobre las bacterias ha ido mermando, y algunos patógenos se han vuelto resistentes a todos o casi todos los fármacos conocidos.
Esta resistencia creciente a los antibióticos se ha convertido en una de las mayores preocupaciones mundiales de salud pública del siglo XXI.
Sin embargo, el papel del medio ambiente en la aparición y propagación de la resistencia había recibido poca atención.
La indebida acumulación de antibióticos sobrantes, así como la incorrecta gestión medioambiental de los mismos, son una fuente de nuevos microorganismos resistentes, que pueden afectar negativamente tanto al medio ambiente como a la salud humana.
Por este motivo, las instituciones sanitarias vienen recomendando y promoviendo desde hace años que los medicamentos no utilizados –haciendo especial énfasis en los antibióticos sobrantes- no se guarden en los hogares, si no que se lleven a las farmacias para su correcta eliminación.
En este contexto, España cuenta con el sistema SIGRE para la recogida de los medicamentos sobrantes a través del Punto SIGRE existente en las farmacias de toda la geografía española.
El medicamento es un bien social y no un producto de consumo, instándose desde el propio sector farmacéutico a un uso responsable de los medicamentos.
Desde SIGRE nos hemos hecho eco de este mensaje y por ello a lo largo de todo el año 2017 hemos seguido trabajando en diversas actuaciones de sensibilización en torno al uso adecuado de los medicamentos, de acuerdo con los siguientes mensajes principales y bajo una estrategia multicanal:
Si en SIGRE estamos comprometidos con la salud de la naturaleza, ¿cómo no íbamos a estarlo con la salud de nuestros propios empleados, de nuestros colaboradores y de la sociedad en general?
Trabajamos para conseguir una cultura sólida de seguridad, perfectamente integrada en nuestro día a día, basada en comportamientos seguros de todos y cada uno de los que formamos la entidad.
En 2017, hemos mantenido la certificación de AENOR a nuestro Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Bajo esta misma idea trabajamos para garantizar la seguridad y salud de todos los agentes que intervienen en el Sistema SIGRE, ya sea mediante la aplicación de medidas preventivas o con la exigencia auditada por terceros del cumplimiento de los requisitos legales aplicables, las condiciones del servicio y las Instrucciones Técnicas de carácter medioambiental y de seguridad que SIGRE exige a las empresas que participan en el funcionamiento del Sistema.
Asimismo, todos los gestores de residuos que intervienen en SIGRE cuentan con los preceptivos permisos administrativos de actividad concedidos por las autoridades medioambientales competentes.
Un claro ejemplo de todo lo anterior es que la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos de SIGRE, perteneciente al gestor BIOTRAN y ubicada en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero, fue seleccionada por la Junta de Castilla y León como modelo de implantación de medidas de prevención de riesgos laborales en la gestión de los residuos.
Otro punto a destacar en esta materia es el hecho de que el Punto SIGRE esté ubicado exclusivamente en las oficinas de farmacia por motivos de seguridad y salud pública, ya que de esta forma los residuos de medicamentos generados en los domicilios permanecen en todo momento custodiados por profesionales farmacéuticos.
Con ello, se evitan situaciones de riesgo para la salud humana (sustracciones, venta ilícita, falsificaciones, etc.), lo que no podría hacerse mediante la utilización de otros puntos de recogida.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Creemos que la adquisición de hábitos saludables duraderos redunda en el bienestar y calidad de vida de las personas, por lo que desde nuestros canales de comunicación (especialmente nuestro blog y nuestras redes sociales) impulsamos distintos consejos y recomendaciones para promoverlos.
La ONU se ha marcado para el 2030 el objetivo de lograr una educación inclusiva y de calidad, sobre la base de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible.
Además, numerosos estudios correlacionan variables como la esperanza de vida, los niveles de participación política, la salud o el estatus social en función del nivel de estudios de los individuos.
Es por ello que en SIGRE estamos convencidos de que contribuir a la educación de los niños y niñas y promocionar que adquieran hábitos saludables desde edades tempranas, es la medida preventiva más eficaz para mejorar la salud y el desarrollo a lo largo de toda la vida del individuo
Un ejemplo de lo anterior es SIGRELANDIA, una web educativa –también disponible en inglés- que recrea una ciudad virtual, en la que los usuarios recorren el ciclo de vida del medicamento y aprenden la importancia que tiene hacer un uso responsable del mismo, tanto desde el punto de vista sanitario como medioambiental.